domingo, 10 de agosto de 2008

Fuera de carretera, desde Buenos Aires hasta La Mexicana 4400msnm




Sin lugar a dudas, la vida es como un viaje o viajar es como la vida misma, y es asi como debe ser vivido. Cada viaje es casi un renacer, nuevos lugares, nuevas experiencias, nuevos sabores, nuevos modos de vida, pero sin lugar a dudas, la gente el pueblo, los seres humanos componen un capitulo aparte, mas que un capitulo aparte el eje central del viaje, y no hablo de quien lo realiza, sino con quienes me encuentro en mi camino. El paisaje, los caminos, o los sabores son solo la excusa perfecta, el entorno para acercarse a nuestra mas profunda raíz, permítanme ser presumido en esto, pero si, a la mas profunda raíz de nuestro suelo , su gente, “el polaco”, Jose, Enrique, Laura, Graciela, o el viejito del Peugeot 405, cada uno de ellos componen lo esencial de esta experiencia que es para mi viajar, como en la vida misma nos cruzamos con ellos, como estelas que se cruzan en la mar seguimos nuestros caminos pero transitamos juntos aunque mas no sea un pequeño, más no efímero instante, un contacto humano que llena el viaje de profundidad y encuentro.

No mas largarse a la ruta, comienzan, de algunos recordaremos los nombres, de otros la forma de hablar o el lugar donde lo encontramos, con cada uno de ellos conformaremos esta experiencia, este viaje, seremos transformados y transformadores de todo aquello que toquemos, oigamos o probemos.

Este viaje tenia un plan, si bien mínimo tenia un plan, ni por casualidad pudo cumplirse con el plan, sin embargo se cumplieron algo mas que las expectativas y como en todo "viaje" depende de lo dispuestos que estemos, de lo dispuestos que estemos a escuchar y escucharnos, porque en el silencio de la pampa o de la sierra hay alguien que siempre esta y ese somos cada uno de nosotros y es ese momento en donde nuestros miedos y nuestras inseguridades aparecen en estado puro, es tiempo entonces de tomar la pala y empezar a enterrarlos.


Encuentros

Encontrarse con la gente, con los habitantes de la tierra es como excavar un pozo en busca de agua, al principio es un esfuerzo pero luego cuando surge es indudable que nos inunda el agua fresca del contacto humano, luego de tanta arena y sal.

Llegado a El Volcán y luego de recorrer la localidad voy hacia San Luis Capital, a almorzar y cargar combustible, una vez pasado el peaje un grupo de niñas, no tanto, me hacen dedo y como corresponde a un caballero les permití introducirse en mi lujoso vehiculo de transporte, iban como podían una adelante conmigo y tres atrás entre las cajas el bidón de combustible y porquerías tiradas, porque ante todo soy muy ordenado. Les pregunte a que se dedicaban y me contaron que eran las que se dedicaban a pintar los carteles de señalización de las rutas, por eso tenían las ropas manchadas con pintura.
Vuelvo a Potrero de Los Funes y el Volcán, localidades en pleno auge, y de rápido crecimiento me decido a emprender la retirada hacia el norte de San Luis, y como siempre sin rumbo fijo salgo por la ruta prov. nº 9 , que como a mi me gusta no tiene una gota de asfalto aunque pronto se preparen a ello, al kilometro me encuentro con una escuela, mas adelante con la Estancia Grande, la estancia de la cual derivan todos los loteos y parcelamientos de la zona. Por este camino pasare por El Durazno, El Virarco, El Trapiche, Embalse La Florida, La Carolina y emprenderé la trepada hacia la zona de sierras para terminar en san Francisco del Monte de Oro, cosa que haré luego de alcanzar los 1700 msnm en el monte El Amago, lugar donde se encuentra la repetidora de Canal 5 de San Luis y pasar un afluente del Rio la Curtiembre, quien prontamente será embalsado, en un vado de belleza increible entre yucas, berros, palmeras Caranday, arena y destellos del sol del atardecer, si había un lugar para poner la carpa sin lugar a dudas era ese, cosa que no hice, pero prometo que haré la próxima vez que vaya.

Partiendo de San Francisco del Monte de Oro, me dirijo por la ruta prov. n'146 hasta la localidad de Lujan, donde pude cenar en el club del pueblo, los muchachos estaban organizando un campeonato de futbol y podían escucharse las discusiones, milanesa a la napolitana con papas fritas y gud chou!!!.
Algunos requerimientos del organismo son indelegables y entre ellos estan el comer y el dormir, hay otros pero no es necesario comentarlos, así que terminada la cena era hora de buscar un lugar donde dormir, bueno ¿donde dormir?, amerita esto un capitulo aparte ya que muchas localidades cuentan con escasa o nula oferta y uno debe estar preparado para esta contingencia, el mulita minidormi, esta abierto todo el año y su confortable interior permite que una persona pernocte con cierta comodidad, es así que el vehiculo se transformo en mas de una ocasión en coche dormitorio. En Lujan la estación de servicio sobre ruta 146 nos invito a pasar a los brazos de Morfeo y así lo hice sin prisa pero sin pausa hasta las 8hs.
A las 8hs se puso en marcha el motor de la mulita, otra vez no había rumbo fijo, una de las ideas era ir hacia Sierra de las Quijadas, el Talampaya Puntano, pero había que retroceder y en esto soy como la película "retroceder nunca, rendirse jamás".

Era hora de emprender viaje por la ruta nº 20 entonces, hacia donde, hacia allá!!. Por suerte en el camino me hacen dedo dos policías que necesitan que los alcance hasta Santa Rosa uno de ellos y el otro mas allá del Chañar. A medida que avanzábamos por la ruta 20, mi cerebrito no dirimía la cuestión de hacia donde ir, el monte era un imán y cada camino de tierra que pasaba me preguntaba hacia donde conduciría, casi a último momento decido llevar al policía que iba hacia Santa Rosa, dejando al otro en el empalme de la ruta. Sierra de las quijadas quedara a 20Km. de aquel empalme. ¿Habrá sido un error no ir?


Caminos de Tierra, Arena y Sal

La ruta comienza en un empalme con la 20 y va subiendo hacia el norte pasando por diferentes puestos, no pueblos, ya que no alcanzan esa categoría, al principio ancha 10m a 20m. Luego de dejar al policia en Santa Rosa paso por un santuario del Gauchito Gil y decido a partir de ahí poner la doble tracción para moverme mas tranquilo, a pesar de que el camino era firme, solo existían algunos zanjones con mucha arena, al pasar uno de ellos y pisar el embrague la mulita se detiene, pero inmediatamente vuelve a arrancar, comenzaba a preocuparme esta falla, que volverá a repetirse mas adelante, si bien en alta andaba perfecto. Al llegar a Barzola desaparece el camino, me detengo y bajo del jeep, inmediatamente sale un paisano de una de las viviendas como todo gaucho extiende su mano y se presenta, recuerdo que estaba tan concentrado en su mano que olvide su nombre, la tierra deja su huella en las manos y en la cara, mirar sus manos era como recorrer el tiempo del trabajo. Me comenta que la gente se había ido a cobrar el plan de Inclusión porque era primero de agosto y estaban en Santa Rosa, es así que me indica como continuar viaje. Existe en Las Liebres a 15km una escuela Rural hacia donde voy a dirigirme. Saliendo de Barzola se debe atravesar una tranquera y el camino se transforma en una huella, de no mas de 2m, cada vez mas reducida hundiéndose en arenales y bordeada por espinillos, la huella atraviesa los campos y por lo tanto se debe ir abriendo y cerrando tranqueras. Al llegar a la tercera tranquera y ver lo que me esperaba comencé a dudar de que el camino seguido fuese el correcto, delante mió había solo dos caballos a los que quise preguntarles por donde seguir, pero por respuesta obtuve un rotundo silencio. Tome carrera, abrí la tranquera y continué, luego de cerrar la tranquera, esperando en algún momento salir a algún sitio; quienes vivimos en la ciudad creemos que el campo es ningún sitio a menos que veamos alguna construcción u obra del ser humano, de ahí nuestro miedo a la ausencia. Me faltaban aun dos tranqueras para llegar a la escuela de Las Liebres, mi cara debe haberse transformado cuando a 1km de Las Liebres veo un cartel que reza “BIENVENIDOS, 1Km Las Liebres Escuela”, es cierto eso de bienvenidos. Llegado a Las Liebres, lugar en donde abundan las liebres, me sale al encuentro una señora muy mayor que me indica como llegar a la escuela atravesando los corrales de los animales con el vehiculo, a la carrera sale un muchachito Enzo pronto a abrirme la tranquera. A pocos metros parece la escuela “Dra. Leticia Acosta de Sormani”, primera Legisladora de la Prov. de San Juan. La escuela esta a cargo del Maestro Enrique Orozco, quien ha emprendido varios proyectos, la huerta, folklore, plástica, el televisor viajero y hasta un programa de radio, que se intercambian con los chicos de la escuela de Barzola en un cassette que va y viene. Me comenta que tienen serios problemas con el agua, ya que esta contaminada con arsénico como en muchas zonas de la Argentina y por eso la escuela trata de proveer a los pobladores el suministro de agua.